Esta viñeta resume todo a lo que se van a reducir las exigencias por parte de los países europeos a la hora de pedir explicaciones a Israel por el asesinato de Mahmud Al Mabhuh, a una simple charla entre «amigotes». Está claro: todos están en el mismo barco. Da igual que el Mossad haya suplantado la identidad de una decena de ciudadanos europeos inocentes para cometer el asesinato de un líder de Hamas, pues tanto el Reino Unido como Irlanda, Francia y Alemania (países donde residen los ciudadanos afectados por el robo de identidad del Mossad) son países subordinados a Sión, y por tanto, las explicaciones que las autoridades israelíes den a las europeas quedarán en una simple anécdota. Y eso suponiendo que las den, ya que a pesar de las evidencias, Lieberman se dedica a negar sistemáticamente la implicación israelí en el asesinato.
Como desde 1945 viene siendo habitual, la victimista judería volverá a salir impune. Nadie se atreve a exigir responsabilidades a las «víctimas» del Holocausto. Para ellos, todo vale. Incluso se le reirán las gracias y se hará como si nada hubiese pasado. Sin duda, la viñeta puede ser calificada como «de humor negro», y a quien le suscite una risa que no tenga un carácter amargo, si no es un cínico, es un gilipollas.
¿Hasta cuando se le va a seguir consintiendo a Israel el genocidio que perpetra? ¿Hasta cuando va a seguir prostituyéndose Europa ante ellos? ¿Cuando, por fin, van a levantar los ojos los europeos y van a concebir su decadente situación?